Cuando hayamos recorrido cierta cantidad de tiempo en el mundo del arte y de la música, cada vez vamos cambiando nuestros conceptos, por no decir mejorarlos o rectificarlos, con respecto a nuestra imagen y lo que proyectamos hacia nuestros oyentes. Definitivamente lo más importante es la música, la vitalidad y tu capacidad de expresar las emociones y sentimientos en tu interpretación y repertorio. Sin embargo algo que olvidamos muchos es cómo te presentas ante tu público, es decir la fachada, tu arreglo personal, tu ropa, tu postura, tu maquillaje, tus accesorios, etc.
Es inconcebible pensar que en esta época y etapa del arte y el espectáculo no nos preocupemos también por presentar algo visual, ya que esta es la primera impresión que tendrá nuestro público.
En mi experiencia de haber vivido los 80's que fue una época donde todo se exageraba aprendí algo muy interesante... la mayoría de grupos que triunfaban y verdaderamente eran buena música también se preocupaban por la actitud y la presencia. Un claro ejemplo de esto es Steve Vai. Todas sus presentaciones tanto en vivo como en público son extremadamente pulcras. No por nada este es el guitarrista mejor pagado de todas las épocas ($25 000 por dictar una clase maestra por darte un ejemplo). Esto se debe no solamente a que su música es muy buena sino que si ves todos los grandes personajes de la música aparte de tener "algo" lo que muestran con imagen es trabajado de pie a cabeza. Claro con diferentes matices. Algunos pueden ser muy elegantes otros muy deprimentes y algunos hasta asquerosos... pero al final no es producto del azar sino algo bien pensado y diseñado (a propósito para engancharlos).
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