domingo, 2 de septiembre de 2018

2 tips para entender a un músico



Aunque muchos de nosotros no sepamos cómo actuar y comportarnos ante una relación de pareja o familiar, ante la presión laboral, ante los estudios e inclusive saber cómo somos y actuamos realmente los músicos en la vida cotidiana, este artículo pretende explicar de una manera muy sencilla, basada en diferentes estudios de psicólogos y músicos de prestigio. 

¿Cómo es que un músico teniendo un don tan hermoso como por ejemplo el poder expresar melodías tan hermosas, acordes encantadores o dar mensajes tan importantes en sus composiciones, se comportan muchas veces en la vida cotidiana como personas tan difíciles de entender? 

Para esto debemos tratar de comprender que las cantidades de horas que tiene el músico con su instrumento muchas veces lo aísla del mundo cotidiano, de la vida social y sobre todo de la interrelación con personas con las cuales le unen lazos afectivos. Esto a la larga le pasa factura volviéndolo un inmaduro emocional y que muchas veces se traduce en su pobre lenguaje emocional sobretodo en él hablado y afectivo. Es por eso que muchas personas Cuando entablan ciertas relaciones afectivas con músicos de una forma más íntima se extrañan de las diferentes reacciones que poseen de forma inherente estos músicos. Estoy 100% seguro que a muchos músicos que leen esto, les habrá pasado lo siguiente cuando alguien le dice: “Qué extraño eres”. 


Volviendo al punto de partida. ¿Dónde nace esa extraña relación entre el músico y su instrumento? Mencionare el siguiente párrafo que clarifica esta noción muy personal, de cada ejecutante instrumentista, por ejemplo de la relación que existe entre un guitarrista y su guitarra: 

“Es sencillo imaginar lo difícil que resulta dominar un instrumento musical para conseguir que de él surjan sonidos agradables. Si en alguna ocasión hemos tenido un violín, un oboe o una trompeta entre nuestras manos y hemos intentado sacar de él alguna nota o sonido, con la mirada desconfiada de su propietario o propietaria, sabremos lo complicado que resulta. Ardua tarea, es realmente difícil. Imaginemos entonces la dedicación necesaria para hacer posible que de él no solamente salgan sonidos agradables, sino hermosas melodías compuestas por genios de la composición. De todos los esfuerzos necesarios para poder ser músico, el tiempo y trabajo dedicado a dominar el instrumento es el que mayor peso ocupa, además este esfuerzo se realiza desde niño (McPherson y Davidson, 2006). Mucho tiempo se ha de dedicar a esta labor, incluso podemos conocer las horas que se destinan a este fin y medirlas. Al cumplir 21 años, un estudiante de música ha pasado 10.000 horas practicando con su instrumento (Ralft y Anders, 1995); son las horas que se necesitan para cumplir los requisitos de los estudios musicales. Lógicamente existirá una variabilidad en la dedicación, pero podemos tomar estas horas como referencia, como media de la asignación que un músico realiza a la práctica instrumental. Además, este tiempo (10.000 horas) coincide con el que resulta en otros estudios cuando se investigan las condiciones necesarias para ser un experto y destacar como músico (Levitin, 2006).” - MUSICOREXIA de Guillermo Dalia. 



Luego de haber pasado algunos años de dedicación, cuando los intérpretes musicales entran a otras facetas como la creación ardua y arreglos, fuera de sus proyectos personales y todo el ámbito laboral que conlleva como compromisos, ensayos, conciertos, etc. La experiencia va dotando de otras claves para su desarrollo como músico y artista, llevándolo a la maestría de la interpretación y composición musical, a la cual llamaremos: EL HILO CONDUCTOR. Importancia de crear un "hilo conductor" durante nuestra ejecución artística. 

“ Éste consiste en crear una conexión entre nuestro corazón y cada sonido de una pieza musical. Esto es de gran relevancia pues lo que sucede comúnmente en una ejecución sonora es que "la intención musical se cae continuamente". Es decir, debido a razones internas y externas y a una desconexión entre nosotros y el mundo sonoro, la energía creada durante una pieza tiende a cortarse. Esto hace que el público pierda la atención durante la ejecución del artista y no se llega a crear una atmósfera que cautive a la audiencia presente. Las razones internas que pueden bloquear el hilo conductor se deben a que no tenemos claro, a nivel interno, la idea total de la pieza misma; tocamos sin tener claro el cómo podemos unir y estructurar, internamente, las diferentes partes de una pieza de tal manera que se vuelva una sola energía que emana a través de nuestra interpretación musical. Las razones externas que no contribuyen a la creación de dicha energía, se deben a varias razones. Una de éstas pueden ser las distracciones que surjan durante nuestra ejecución, tales como sonidos externos, movimientos del público o el sentimiento físico de que existe una barrera entre nosotros y el escucha. Para crear el hilo conductor de una pieza y lograr así la atención física e interna del público, es necesario que saquemos a la luz nuestra capacidad como arquitectos sonoros.” - El MUSICO CONSCIENTE de Paulina Derbez.


¡Primeras conclusiones, pero que no acaban!


Con estos dos simples puntos y aunque parezca totalmente lógico y razonable, no lo es para otros, porque desde el hecho que para un músico ya implica grandes cantidades de tiempo, sino también una interiorización de todo lo aprendido y experimentado entre él, el instrumento y el público que lo escucha. A esto tenemos que añadirle la constante exigencia del mundo cotidiano y del mismo músico, para mejorar todos sus aspectos personales y profesionales. La conclusión sería la siguiente: El músico y su valor agregado para el ámbito cultural, no justifica a veces su aislamiento de la sociedad, por lo tanto todo músico tiene la responsabilidad de mejorar también como persona pero a su vez el público, receptor de sus obras de arte, deberá entender ciertas características para poder comprender y habilitar cierto trato preferencial para con ellos, no estamos diciendo aceptarle todas sus niñerías o engreimientos sino simplemente comprender de una forma activa su labor a través del apoyo a su arte, a sus ensayos, sus conciertos, sus grabaciones, sus entrevistas, sus estudios, etc. 

WE ROCK!

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