La primera influencia musical
En la introducción de esta serie de artículos hablamos del efecto Mozart y las supuestas influencias que generaba en el cerebro (La dieta musical, parte 3). Desde el punto más concreto hasta el subconsciente, hablaremos de nuestra primera gran inclinación hacia la música.
La primera relación del ser humano que existe con un instrumento, para muchos, es cuando desarrollamos nuestras primeras habilidades gracias al impulso sea de nuestros familiares, un curso en el colegio, un video que vi, un concierto al que asistí o cualquier otro medio de información que haya capturado mis ansias por tocar música. Gracias a todo eso empieza la voluntad como impulso inicial al acercamiento a este arte.
Sin embargo, los estudiosos nos mencionan con mucha autoridad que la música no solamente es un deseo natural de aquel que quiere ejecutar un instrumento o llenarse de melodías que le hagan recordar vivencias personales... Esto va más allá. Las primeras músicas que acompañaban al ser humano están relacionadas con la guerra, la religión y otras actividades comunitarias. "También se ha apuntado que el origen de la música podría tener que ver con facilitar la comunicación a largas distancias." (Nadel, 1930) Es por esa razón que las canciones cantadas en grupos llenan mucho de energía y a la vez toma una fuerza mayor si es expresada con algún sentimiento determinado. ¿Pero de dónde nace la intimidad de la música con el ser humano? Para esto realizaremos una breve analogía.
Un planeta, la música y yo
"Un día despiertas escuchando una sola melodía, cobijado en un lugar muy fresco donde no necesitas ningún tipo de alimentos. Cada sonido nuevo que escuchas repercute en ti con una emoción que no conoces. Tanto el lugar como la comida que recibes son muy agradables... Ese día que despertaste te diste cuenta que esa melodía provenía del exterior pero que anteriormente vibraba en tus sueños."
El primer concierto o recital artístico que recibimos es de aquella persona que nos arrulló cuando éramos bebés, es decir, nuestro primer contacto físico en el mundo exterior con la música, con el primer músico que conocimos, fue nuestro padre o madre que cuando nos hacía botar el chanchito nos cantaba una canción y/o cuando nos hacían dormir en la cuna. A todos los bebés generalmente se les habla prácticamente cantando y esto queda en el subconsciente toda la vida. La primera manifestación subconsciente de un adulto (de la pubertad hacia adelante) es cuando deseamos sentir la emoción de una canción al pensar en el ser amado (padre, madre, enamorado(a) ), o alguna circunstancia especial en nuestra vida. Otra manifestación del subconsciente es cuando realizamos gestos de cariño modificando nuestro hablar dirigiéndonos a una persona.
Aunque suene extraño este artículo es de enorme importancia porque estamos viendo regiones del cerebro que conscientemente no nos damos cuenta y que influenciarán nuestra escucha y selección de géneros preferidos... Así como el instrumento o especialidad musical que escogeremos. Frustración, miedo, odio, maldad, se generarán bajo diversas circunstancias en la música cuando el ejecutante se sienta identificado subconscientemente con algún género. Soledad, tristeza, melancolía, lo mismo que lo anterior. Sensualidad, erotismo o sexualidad, igual. Todos los géneros se comienzan a unir a nuestros gustos y preferencias a través de las necesidades emocionales que tengamos, esto unido a la racionalidad hará que justifiquemos el porqué me gusta una música.
El subconsciente es una parte de nuestra personalidad que se manifiesta en momentos críticos de forma inesperada. Pero también de forma sutil en nuestros gustos, preferencias, reacciones y actitudes más comunes. Para bien o para mal la música que escuchamos, como en anteriores oportunidades lo dijimos, determinará quienes somos. Cualquiera que sepa un poco de psicología podrá determinar alguna de nuestras carencias o fortalezas de acuerdo a nuestras inclinaciones artísticas y/o musicales, esto es un hecho.
No solamente el medio ambiente nos influenciará sino principalmente la familia, en este caso, aquellos que nos hicieron escuchar desde el vientre de la madre hasta los primeros meses con cantos (arrullos).
"Una de las cuestiones que pareen estar claras en los debates que surgen sobre la personalidad es que ésta se construye desde la necesaria interacción de la persona con su ambiente. Dentro de este ambiente, muchos son los factores que van a contribuir a esta construcción: la familia, los métodos de la educación que se empleen, las amistades, los estudios, las experiencias, etc." - La Musicorexia, Guillermo Daliia Cirujeda.
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