- Por ser músico no soy un ser especial.
- Las demás profesiones, incluso las artísticas, son por lo menos tan dignas, solemnes, nobles... como la mía.
- No he de demostrar (ni a mi ni a nadie) cada vez que interpreto lo bueno que soy.
- No es necesario resaltar algo negativo de un colega para ser mejor.
- Mi objetivo no es exclusivamente hacerlo bien o intentar no cometer errores, es disfrutar de la música.
- Mi felicidad no depende de los logros en el ámbito musical.
- No soy perfecto, cometo errores.
- Mi valía como músico no depende nunca de un concierto.
- Mi vida está llena de satisfacciones fuera de la música.
- Los conciertos nunca salen bien o mal, siempre hay matices.

Créditos: Libro "El Músico Adicto: La musicorexia" de Guillermo Dalia Cirujeda.
Adquiérelo aquí: https://goo.gl/oXFhfs
No hay comentarios.:
Publicar un comentario