viernes, 15 de diciembre de 2017

La guitarra sin límites, pt 7: Pucallpa


Tocaba irme por segundo año consecutivo a una de las ciudades donde más me gusta almorzar, Pucallpa. Y aunque en estos blogs trato de narrarles un poco lo que acontece en el mundo de las clínicas y mis giras, les contaré un poco la razón de mi tan agradable estadía en esta ciudad de la selva peruana.


Las maletas y el avión 
Casi todos los músicos instrumentistas no nos gusta despegarnos de nuestra guitarra (o instrumento musical portátil) pero sucedió una gran coincidencia, ya que muchos me habían advertido que las guitarras ahora las destinaban a la bodega del avión, cosa que nunca me había pasado. Y así sucedió, mi guitarra fue como equipo frágil a la bodega y estuve un poco preocupado.


El vuelo a Pucallpa fue muy rápido así que llegamos en la noche, pero aún así el calor era muy fuerte, eso te das cuenta cuando abren la puerta del avión y es como si estuvieses entrando a un horno literalmente. Por tus fosas nasales entra aire caliente. Para aquellos que no han ido nunca a la selva, terminarás por acostumbrarte pero es una sensación muy rara. Así que al momento de recoger mi guitarra la revisé bien de pie a cabeza, por eso es importante tener un excelente y buen estuche, no importa que sea caro, pero la inversión vale la pena.


Nos recogió la movilidad del hotel, cuando ya llegamos a este vaya, ¡qué hotel! 5 estrellas. Piscina en el último piso con vista panorámica de toda la ciudad, las habitaciones de primera, todo sistematizado. Un lujo verdaderamente y la atención que nos dio Juan Tapullima el director de la akademia Mozart quien fue el que organizó mis 3 actividades en Pucallpa: clínica, masterclass y taller artista 2.0.



Cena, desayuno y almuerzo

La cecina, el tacacho, juanes, camu camu, ungurahui y otros potajes deliciosos que tiene la selva peruana; realmente si les tengo que recomendar un sitio de comida de la selva es esta ciudad, Pucallpa.




La razón por la cual me sentí muy a gusto es que todo está cerca y Pucallpa ha mejorado  mucho en tema de infraestructura, de pista, hoteles y lugares de esparcimiento, por ende, recomiendo visitar esta ciudad no solamente para turismo sino también si quieren comer bien.















Clínica, masterclass y taller artista 2.0

Cuando empezamos estas 3 actividades, con mucha alegría vi amigos que habían asistido el año pasado. Eso me indicaba que les había gustado lo que hicimos el año pasado, por lo tanto, para cualquier profesor siempre es una motivación más este tipo de gestos que no hacen más que mejorar nuestro sistema y metodología de enseñanza.


Las preguntas eran básicamente acerca de improvisación, modos, e hicimos prácticamente una clase completa de "speed picking". Tanto fue así que capturamos la atención de todos... fue algo que nunca he hecho en ninguna ciudad, es así porque a veces las preguntas que hacen los asistentes te desvían hacia un tema en especial. Me sentí muy a gusto de poderles hacer una clase entera de este tema. 


Luego de la clínica y masterclass hicimos el Artista 2.0, un nuevo tema que también agradó mucho y sobre todo con bastante participación entre preguntas, respuestas y diálogos entre todos los que participamos en este taller. Así transcurrieron tres largas horas donde compartimos la última clínica del 2017. Nos tocaba ahora irnos a Lima y hacer el último concierto del año.








Merecido descanso

Esta última fecha decidí alargar la estadía para quedarme un breve tiempo más en esta ciudad para disfrutar de las comodidades del hotel y el caluroso y acogedor ambiente de dicha ciudad, no sin antes mencionar un agradecimiento especial a Juan Tapullima por el excelente hospedaje y disfrutar de tan bella vista.



We rock!

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